En el océano se hunden los tulipanes de Graciela y ella no tiene idea, mejor dicho, le confunde tanto ver sus tulipanes en el fondo del mar.
¿Qué es lo que le dicen ellos?
No se tratan de salvar. Se hunden debilitados por el agua y la sal.
Y en un momento de locura, Graciela se da cuenta que los tulipanes se han transformado.
Ahora son dos enormes osos polares.
Y ellos son amantes.
Graciela está conmocionada.
Sus tulipanes preferidos, ahogados, devorados, convertidos en un par de bestias blancas, majestuosas. Ellos levantan la vista y en un abrir y cerrar de ojos ya no están.
¿Qué es esto Graciela? ¿Por qué tus sueños me atraen tanto?
No dejes de soñar.
Graciela ahora vuela y se fusiona con mis palabras.
Por eso digo lo que ve.
Y escribo lo que siente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario