lunes, 3 de noviembre de 2008

Mente, Indefinidamente

Sin el sol de las mañanas.
Sin el sol de las tardes.
Sin la luna de las noches.
Sin la luna de las madrugadas.
Sin el soplo del viento.
Sin el rocío del cielo.
Voy a seguir escribiendo para que sigas leyendo para que te distraigas comiendo para que me dejes un poco de torta.
Y compartir los momentos que compartes conmigo.
Para olvidar que olvidamos decirnos feliz cumpleaños.
Y jugar toda la mañana.
Toda la tarde.
Toda la noche.
Toda la madrugada.
Sin sol ni luna que nos acompañe a criticar a nuestros compañeros de clase.
Que no hacen deberes ni tampoco estudian para los examenes.
Que tanto estudiamos nosotros.
Y estoy loco por creer que jamás me voy a despedir.
Creo que pienso mucho.
Debería decir adiós.
Y de hecho, ya lo dije.
Al sol y a la luna.

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