Voy taladrando el cristal.
Esperando a llegar a tiempo,
Para poderte entregar,
Un sin fin de versos.
Pero el océano me detiene.
Me convierto en una balsa demente.
Estoy poniendo a prueba tu paciencia.
Y también su carencia.
Como el tiempo te alejas.
Segundo a segundo queriendo que desaparezcas.
No se si te refieres a mí.
¿Es eso un sí?
Y voy taladrando el cristal.
Y sus pedazos se incrustan en mis brazos.
Y he usado tanta sangre para escribir.
Que no puedo más.
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