Fade in.
Cuando era joven, me cortaba los brazos y mis cicatrices me preguntaban cuando se iba a acabar esta intensa tortura. Nunca les contesté.
Para callarlas, me cortaba las cicatrices, y el silencio me ponía triste.
Así que comencé a pasear por las tardes, contando con el viento que debía alegrarme, golpeado mi cara gentilmente.
Fade out.
Morí.
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